Ni todas las panelas son iguales, ni todos los vinos sientan igual de bien.

¿Panela o canela? Hasta no hace muchos años, cuando hablábamos de la panela, mucha gente nos preguntaba ¿Qué? ¿Canela? Y es que la panela era una gran desconocida del público en general y su olor, color y textura, les recordaba de alguna manera a la canela (con granulometría más baja).

Ahora, en cambio, encuentras panela en las mayorías de supermercados y todo el mundo conoce qué es la panela. Pero, sabemos realmente lo que es la panelal y, más importante, ¿cómo elegir una panela buena? Porque, ¿eso que nos venden en el super tan baratito es panela? Pues bueno, vamos a decir que si, que es panela (ya nos gustaría decir que no). Pero si comparas una de esas panelas con nuestra panela ecológica de Comercio Justo las diferencias son abismales.

Porque, ¿verdad que un vino en tetra brick y un Gran Reserva de Ribera del Duero son vino? Y que ni se nos ocurre compararlos por mucho que sean vinos los dos? Pues lo mismo pasa con las panelas. Al igual que el vino, es el jugo del azúcar de caña, y hasta aquí las coincidencias.

Para no aburriros y que así lleguéis al final del artículo (¡que guarda un regalo!) una buena panela se nota principalmente en el aroma que nos ofrece. Una panela no es solo un azúcar de caña moreno. Es mucho más. La panela tiene un aroma intenso, dulce y cálido. Es un profundo olor a caramelo, ligeramente afrutado y terroso. Recuerda a miel y, según como se ha elaborado, si, tiene olor a canela.

Cortando caña de azúcar para elabora panela en Ecuador.

La panela es ideal para hacer pasteles, muffins, bizcochos… pues es aquí donde mejor se expresa su aroma y su color. Cuando se usa panela, el bizcocho es más aromático y gustoso. Si al bizcocho le has puesto chocolate, vainilla, mermelada de moras, frutas confitadas... pues quizás no lo notes. Pero si es un bizcocho de yogur, lo notas seguro.

Y como siempre, no es solo la calidad del producto en si, sino todo lo que un producto de Comercio Justo lleva detrás en su cultivo y elaboración. En esta panela encuentras un alimento ecológico que se ha cultivado sin abonos de síntesis ni pesticidas o plaguicidas. Se ha cultivado en pequeñas plantaciones de familias que están agrupadas en torno a dos cooperativas: Maquita en Ecuador y CAES en Perú. Estas cooperativas agrupan a pequeños agricultores los cuales se han unido para construir un molino comunitario y poder extraer y transformar la panela directamente cerca de sus plantaciones. De esta forma, obtienen un mayor beneficio y optimizan el transporte del producto.

Además de tener un producto increíble, que nada tiene que ver con una panela “normal” (y ya ni te contamos con un azúcar blanco) tienes un producto ecológico, que protege el medio ambiente y no tiene trazas ni restos de ningún plaguicida. Y como has elegido Comercio Justo, has optado por un producto que respeta a las personas que lo cultivan, las cuales recibe un precio justo por su producto y has ayudado a desarrollar una cooperativa que permite un trabajo comunitario con toda la comunidad.

Y ahora ¿el regalo dónde está? Pues muy fácil: queremos que pruebes la panela ecológica de Comercio Justo de EquiMercado si aún no la conoces. Creemos que es la mejor forma de demostrarte la diferencia de una panela buena, ecológica y de Comercio Justo que una panela convencional. Así, y hasta el 30 de octubre de 2024, por cada compra superior a 50€, tienes de regalo una panela de 500 g.

No te olvides de añadirla en tu carrito y la recibirás gratis! (y si te olvidas, no te preocupes que te la enviaremos!)