Sin filtros químicos. Solo filtros físicos

Protecto solar sin filtros químicos

Ya llega el verano, el sol, la playa , el mar, la montaña... y ahora, más que nunca, debemos proteger nuestra piel del sol. Y nos llega, quizás, la primera duda: ¿qué crema protectora solar utilizar? ¿La más barata que encuentre en el super? ¿La que me recomiendan en la farmacia? ¿Aquella promoción que vi en internet? ¿La que usa la vecina del 5º? (Que mira que está morena...). Pues nosotros te vamos a sugerir otro factor a la hora de elegir, mucho más importante que no solo el precio o el punto de venta (o el moreno de tu vecina)

Los filtros solares

Pues parecerá una obviedad, pero de lo que te tienes que fijar cuando te compras una crema solar, es en el/los filtros solares que usa para proteger nuestra piel. Es como cuando te compras un coche, que el motor es lo realmente importante y en lo que deberías fijarte (eficiencia, gases contaminantes, etiqueta medioambiental, potencia, consumo...) Bueno, que la pantalla tenga 12" en vez de 9" también es importante, pero eso no te va a llevar a Jarandilla de la Vera este verano. Pues en las cremas solares, lo más importsante y lo que deberías tener en cuenta son los filtros solares usados. Y si, también el olor, el precio, que se absorba bien, que me quite arrugas y manchas solares... (tampoco nos pasemos, que si no quieres tener arrugas ni manchas de piel ya te puedes ir olvidando de tomar el sol desde que naces).

Filtros solares: químicos y físicos. ¿Qué diferencias hay entre ellos?

Pues bastantes. Su función es la misma, pero la forma como lo hacen es muy distinta, y puede afectar a la salud de tu piel y a la salud en general.

Los filtros químicos solares son los que nos encontramos en todas las cremas solares convencionales, ya las compres en el super de tu barrio como si las compras en tu farmacia de confianza o parafarmacia de grandes centros comerciales. Son moléculas orgánicas con grupos cromóforos en el espectro UV, de estructura electrónica resonante ¡cómo te quedas?. Desde que te los pones, necesitan unos 20-25 minutos a ser efectivos, por lo que SIEMPRE te los has de poner antes de llegar a la playa (quizás en un atasco en el coche o en el metro lleno de turistas no es la mejor opción, pero nosotros tenemos que decíroslo por vuestro bien). Estos compuestos no suelen presentar problemas de formulación, son muy baratos y son los más utilizados (entre que son baratos y que es muy fácil hacer cremitas con ellos, pues tu me dirás). Se absorben por la piel, han de estar dentro de nuestra piel para que actúen, por lo que hay riesgo de intolerancias... así que si tienes lesiones en la piel, cicatrices, usas exfoliantes químicos... mejor no usarlos. También hay algunos estudios que concluyen que cuando se absorbe la radiación se generan radicales libres que nos acaban oxidando la piel. Y otra cosa, puedes usarlos como nanopartículas (si, esa medida tan pequeña que puede ir por donde le plazca y a saber qué hace por tu cuerpo). Pero como siempre, si no tienes otra opción y vas a tomar el sol ¡úsalos!

Los filtros solares físicos.

Ahora que ya sabes que son los filtros químicos, debes estar buscando desesperadamente una alternativa a estos filtros solares... y claro que tenemos la solución! Son los filtros solares físicos. Estos son solo dos: el dióxido de titanio y el óxido de zinc. Estos compuestos no penetran en la piel, sino que se quedan haciendo como una "pantalla", como miles y miles de pequeñitos espejitos que reflejan las radiaciones solares, tanto los UVA como los UVB. Y desde el minuto cero que te los aplicas. Así que ¡¡no tienes que hacer malabarismos dentro del coche o en el tren!!

Y ahora que ya sé qué filtro usar, ¿qué crema elijo?

Pues una vez ya sabes qué motor quieres, qué consumo tiene, cuánto consume... (es decir, ya sabes qué vas a usar filtros físicos) viene la parte de elegir olor, textura, otros ingredientes que ayuden al cuidado de tu piel (por ejemplo, nuestro protector solar SPF30 tiene manteca de karité, aloe vera y aceite de argán). Ahora los protectores solares naturales no son para nada esas cremas densas que te dejaban blanco... para nada! Ahora te encuentras cremas que se absorben fácilmente, de tacto muy agradable, seco, de aromas agradables (por ejemplo, nuestra crema protectora tiene un aroma a monoï increíble) y que, sobretodo, puedes usar con total confianza.

Y no nos olvidemos: elige siempre que puedas, cosmética natural que incorpores productos de Comercio Justo en su formulación.

Esperamos que te hayamos podido ayudar un poco con tu elección con este pequeño blog.

Saludos!