Nuevos champús sólidos con aceites de Comercio Justo
Os informamos que ya disponemos de ¡¡los nuevos champús sólidos!!, un producto que nos habéis estado solicitando de manera constante y persistente desde hace casi un año!! Y, ¿por qué hemos tardado tanto? Si a los de EquiMercado una cosa que os caracteriza es vuestra agilidad, los retos desafiantes y las respuestas rápidas a vuestras demandas? Pues la verdad es porque hemos querido hacerlo muy bien (como siempre hacemos :)) y queríamos ofreceros un producto realmente bueno. Y también, porque ¡¡¡comenzamos en una dirección equivocada!!! Os explicamos:
Los champús sólidos comienzan a demandarse mucho por dos razones:
1.- La necesidad de eliminar plásticos y otros residuos y buscar un producto "zero waste", tan de moda y que nosotros intentamos aplicar en todos los productos.
2.- Poder llevar en el equipaje de mano nuestro champú y evitar tener que facturar maletas, buscar envases transparentes de 50 ml o salir corriendo a buscar una tienda de comercio justo para comprar nuestro champú en vez de ir corriendo a darnos un chapuzón en la piscina o visitar ese museo de arte medieval que querías visitar desde que tenías 14 años.
Lo primero que pensamos, y que hicimos, y que muchos hacen, fue trabajar con un producto que ya teníamos: pastillas de jabón. En este caso pensamos (y muchos aún lo piensan), que sobresaturando de aceite un jabón de manos obtendríamos un champú sólido que nos dejaría el pelo suave y sedoso. Y, ¿qué es un jabón sobresaturado? Pues es aquel al que se le añade más aceite o manteca que no saponifica, siendo así más suaves y cremosos.
Hicimos pruebas con estos jabones sobresaturados (que requieren su tiempo, pues un jabón no se hace en dos días, ha de secarse, madurar...) Sobresaturamos nuestros jabones (ya de por si con mucho karité y aceite de coco) con aceite de jojoba, de argán, con más karité... (lo fácil sería haber usado aceite de oliva, pero nosotros buscamos usar el máximo de materias de Comercio Justo). E hicimos de conejillos de indias, pero no. Por más que queríamos decir que el resultado era bueno, quizás si llevas un pelo al 2 o al 3 si, pero si se lo das a tu hija adolescente es posible que no te hable en semanas.
Pero seguíamos con la idea de que por aquí debía ser el camino, pues muchas marcas de cosmética natural de laboratorios pequeños lo hacían. Y tampoco queríamos hacer como Lush, que los elabora con Sodium Coco Sulfate, que tiene un semáforo ámbar tirando a rojo porque no es un componente todo lo bueno que nos gusta para el medio ambiente (según Incibeauty ) y no está libre de sulfatos. Y, por cierto, 55 g de champú sólido de Lush al precio de 9,90 euros .Página Web de Lush
Pero no nos desanimamos, pues no hacíais más que preguntarnos si los íbamos a tener disponibles o no, que para cuando... y es entonces cuando dejamos de lado el jabón de toda la vida para comenzar a a hacer pruebas con este tensoactivo, el Sodium Cocoyl Isethionate que tiene un nombre raro pero tiene un semáforo verde según Incibeauty
Los champús sólidos:
Y con este tema resuelto ya todo fue más fácil. Decidimos qué tipos de champús sólidos queríamos con los aceites de comercio justo que tenemos y al final hemos hecho tres tipos en función del cabello:
- Champú sólido para cabellos seco: con aceites de baobab y coco.
- Champú sólido para cabellos normales: con aceites de argán y sésamo
- Champú sólido para cabellos grasos: con aceite de jojoba y espirulina
Y aunque es un producto "zero waste", algún pequeño envase hemos de poner, pues por ley tiene que llevar una etiqueta con los datos mínimos (ingredientes, modo de empleo, nuestros datos...) y además debemos protegerlo de alguna manera de polvo, manos... así que os lo presentamos en dos tipos de envase para que podáis elegir:
Caja de cartón, que depositaréis en el container de reciclado de papel.
Caja de metal (aluminio), que podéis usar para cuando llevéis el champú sólido de viaje, al gimnasio... Recordad que no podéis dejar el champú en un recipiente con agua.
Esperamos que este producto sea de vuestro interés.